Por Psic. Aziza Di Bello
Las teorías existenciales son unas de las que más se acercan al mundo espiritual; reflejo de esto es la siguiente poesía:
Vine, no sé de dónde, pero vine Vi un camino ante mí, y lo seguí Continuaré marchando por ese camino, me guste o no ¿De dónde provengo? ¿Cómo encontré este camino? Lo ignoro ¿Soy nuevo o antiguo en este universo? ¿Soy libre o prisionero encadenado? ¿Controlo mi propio destino en esta vida, o soy controlado por él? Cómo desearía saber, pero… Lo ignoro ¿Mi camino, cuál es mi camino? ¿Será largo o corto? ¿Estoy ascendiendo, o descendiendo? ¿Estoy atravesando esta vida, o es la vida la que está corriendo? ¿O estamos ambos detenidos y es sólo el tiempo lo que transcurre? Lo ignoro Me pregunto: Cuando pertenecía al mundo inadvertido, y me encontraba seguro, ¿Acaso sabía que estaba allí? ….¿Que surgiría y sería un ser humano? O, me pregunto…… ¿Será que no sabía nada? Lo ignoro.
La poesía anterior muestra una breve síntesis sobre los temas que preocupan al existencialismo, área de la filosofía que le concierne el significado de la existencia. Su metodología, teniendo como punto de partida la psique humana, está basada en ocasiones en el conocimiento empírico o en el conocimiento racional y a veces, en una combinación de ambos. Dicha metodología siembra un sin número de posibilidades, dudas, incertidumbres, para que si alguno que tal vez creyera en la posibilidad de la existencia de Dios, la sitúe al final de toda su investigación.
La metodología islámica es diferente; dijo Abi Hatim: “Accedimos al conocimiento con la ayuda de Allah”. Ibn Abbas fue preguntado: “¿Cómo has alcanzado el conocimiento de tu Señor”? Y este respondió: “Quien intente comprender su religión por analogías permanecerá desconcertado a lo largo de toda su vida, vagando alejado del camino correcto. Nosotros conocimos a Allah swa de la manera que Él se describió, con los atributos que Él nos informó”
Es decir que para los musulmanes la base del conocimiento y la comprensión tiene su origen en la revelación y es con el aprendizaje de su metodología que llega el conocimiento y no al revés. La mayoría de los testimonios de las personas que aceptan el islam, manifiestan experimentar una liberación; liberación de la frustración, de la oscuridad en la que se encontraban, liberación de una vida llena de ambigüedades.
En un Hadith el profeta de Allah dijo que “Este mundo es una cárcel para el creyente y un paraíso para el incrédulo”. El significado de este Hadith es que la vida mundanal, sin importar cuán grandes sean sus lujos, sus días encantadores y ostentosas sus viviendas; para el creyente tiene la condición de prisión, pues el creyente tiene puesta su vista en un esplendor mejor, más pleno y de mayor regocijo. En cuanto a los incrédulos, la vida mundanal es su paraíso pues se maravillan, se deleitan en ella y se olvidan así de la otra vida. Así es como Allah describe a los incrédulos: “Los que no creen disfrutan y comen como el ganado come…” (Surah Muhammad 47:12).
Por esta razón, la vida mundanal aún con todas las calamidades, ansiedades y dolor que se viven en ella, para el incrédulo es el paraíso; porque transita por ella hacia el tormento del fuego del infierno, siendo que por eso la vida mundanal tiene el status de paraíso para él.
Insh’allah este breve análisis sirva al buscador de la verdad, y le ayude a reflexionar y saber cómo situarse en lo correcto, ubicando en su justo orden y como punto de partida a Allah swa; quien es el primero y el último, el origen y el final, y no al ser humano. Wa Allaho Alam. Amin.
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