¿Sientes que alguna vez tienes dificultades para llevar a cabo correctamente tus oraciones? O quizá te has preguntado: ¿Para qué tengo que rezar si Al-lah no necesita de mis oraciones? A continuación, se ofrece un listado de sus beneficios, que se espera pueda ser de utilidad para el lector.
15 beneficios psicológicos de la oración
Oficia de recordatorio de nuestro propósito en la vida, puesto que en el Corán se establece claramente que los seres humanos no fueron creados sino para adorar a Al-lah.
Organiza nuestra vida,dándole un orden y una estructura a nuestra jornada en particular y a nuestra vida en general. De lo contrario, estaríamos absorbidos por lo mundanal o Dunia.
Brinda protección ante posibles pecados y/o tentaciones.La oración es nuestra “armadura”, ya que permite arrepentirnos y limpiar nuestros pecados, así como abstenernos de ellos. Dijo Al-lah el Altísimo: {Recita lo que se te ha revelado del Libro y cumple con la oración, porque la oración preserva de cometer actos inmorales y reprobables} [Corán 29:45]. Por lo tanto, mantener las cinco oraciones diarias nos da tranquilidad al saber que estas nos protegen del Infierno, ya que “no entrará en el Fuego nadie que rece continuamente antes de la salida del sol y antes de su puesta” (Muslim).
La Postura del suyudo postración ayuda a desarrollar la humildad, pues cuando se pone la frente en el suelo al postrarnos, se reconoce la majestuosidad de quién es Al-lah, Glorificado sea.
Brinda sensación de alivio y renacimientodespués de cada oración; al arrepentirnos; al decir Astagfirul-lah es como “volver a empezar”, porque purificamos nuestra alma y Al-lah borra nuestras faltas.
Brinda certeza de éxito a nuestra vida. En el Adhan se encuentra mucha sabiduría: “¡Ven a rezar! ¡Ven al éxito!”; y en la primera oración a la hora del Fayer dice: “¡As-salatu jairan minan naum!” (la oración es mejor que dormir). Es decir que los que rezan son los exitosos. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, mencionó que a quien reza el Fayer(la oración al alba, por ser la más difícil para la mayoría de la gente), Al-lah le da garantía de estar protegido de Shaitan y seguir por el camino recto.
Ofrece conciencia de libertad. Cada vez que decimos “Ashadu an la ilaha il-la Al-lah…” (testifico que no hay divinidad más que Al-lah), nos recuerda que no nos sometemos a la creación sino a su Creador, lo cual nos hace libres de las modas, vicios, personas, etc.
Otorga sensación de estabilidad por lo predecible al saber que cada determinado tiempo voy a rezar nuevamente, ya que lo que puede anticiparse le otorga estabilidad psicológica al ser humano.
Nos da fortaleza interior y aumenta nuestra fe, al ver que logramos mantener las cinco oraciones diarias y que por ello seremos recompensados. {Los creyentes son aquellos que cuando les es mencionado el nombre de Dios, sus corazones se estremecen, y que cuando son recitados sus versículos les aumenta la fe y se encomiendan a su Señor. […] Estos son los verdaderos creyentes que alcanzarán grados elevados ante su Señor, el perdón y un sustento generoso} [Corán 8:2,4].
Da sensación de certeza y esperanza al reencontrarnos directamente con nuestro Creadoren cada oración, sin intermediarios, sabiendo que responderá a nuestro llamado. Dice Al-lah en el Corán: {Invóquenme, que responderé (sus súplicas)} [40:60].
Ofrece alimento a nuestra alma que es lo eterno, así como alimentamos nuestro cuerpo físico, que es limitado en el tiempo.
Da alivio al saber que ante Él podemos “quejarnos”, “apoyarnos” y “confiar” nuestras penas, puesto que Él ama a los que en Él se apoyan y Él dará las soluciones a nuestros problemas. Al-lah el Altísimo dice: {Quien deposite su confianza en Dios, sepa que Él le será suficiente. Dios hará que el designio se cumpla, y ha establecido para cada cosa un término y una medida} [Corán 65:3].
Eleva nuestra autoestima al sentirnos especiales, amados: {Ciertamente, Dios ama a los que se arrepienten y a los que se purifican” [Corán 2:222].
Nos enseña y educa en la paciencia y disciplina. {Y busca la ayuda a través de la paciencia y de la oración} [Corán 2:45].
Es una herramienta con la que Al-lah proveyó a la humanidad para afrontar las dificultades de la vida mundanal,ya que cuando estamos apenados nos brinda sosiego y cuando necesitamos claridad mental nos brinda discernimiento.
Conclusión
Cuando rezamos, estamos alimentando el alma, que es lo que real y únicamente es eterno. Si no alimentamos nuestro cuerpo moriremos, por eso lo alimentamos. Si no alimentamos nuestra alma, esta también morirá; si nuestra oración está en orden, nuestra vida está en orden. Es importante recordar que esto es lo que hace e identifica a alguien musulmán o musulmana.
Con todo lo dicho anteriormente, se entiende que la oración es una de las acciones más importantes para mantener nuestra salud mental y serenidad, puesto que la constante conexión con el Creador provee de alimento para el alma, lo que a su vez impacta en otras áreas de nuestra persona, como los pensamientos, emociones, comportamientos y vínculos.
In sha Al-lah, lo analizado hoy responda a preguntas tales como: “¿Para qué tengo que rezar si Al-lah no necesita de nuestras oraciones?”, y nos quede claro que no es Al-lah Quien necesita de nosotros, sino nosotros quienes necesitamos de Él.
Y en este sentido, quién mejor que Ibn Taimiah para explicarlo: “El corazón solo puede volverse sano, lograr el éxito, el placer, estar satisfecho, experimentar disfrute, alcanzar la serenidad y la calma a través de la adoración de su Señor, teniendo el amor de Él, y volviéndose a Él (en arrepentimiento). Incluso si se tratara de alcanzar a todo tipo de placer de la creación, no va a adquirir serenidad y tranquilidad. Esto se debe a que el corazón posee una necesidad intrínseca de su Señor, ya que Él es su deidad, su amor y su objetivo, y con Al-lah el corazón alcanza la alegría, el placer, el deleite, las comodidades, la serenidad y la tranquilidad”.
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